Contenido
del artículo:
Introducción
Clasificación
Leucemia
aguda
¿Cómo
se produce?
¿Cuáles
son los síntomas?
Diagnóstico
y tratamiento
Leucemia
crónica linfocítica
¿Cuáles
son sus síntomas?
Diagnóstico
y tratamiento
Leucemia
crónica mieloide
Causa
y síntomas
Diagnóstico
y tratamiento
Afecta la médula ósea, el sistema linfático y el bazo, y aunque hasta el presente no hay una cura para ella, los métodos de control que han sido desarrollados por la Medicina actual son altamente prometedores. ¿La meta de la Organización Mundial de la Salud? Erradicar la enfermedad antes
del año 2005.
Las leucemias son tumoraciones cancerosas que afectan los tejidos encargados de formar la sangre en el cuerpo humano, incluyendo la médula ósea y el sistema linfático. Estos cánceres provocan la formación de grandes cantidades de glóbulos blancos anormales los cuales llegan a alcanzar altas concentraciones en la medida ósea, el sistema
linfático, y el torrente circulatorio; su acumulación interfiere con las funciones de los órganos vitales. Finalmente, la producción de estos glóbulos blancos anormales llega a ser tan grande, que impide que los tejidos afectados produzcan células sanguíneas saludables (incluyendo los glóbulos rojos, los blancos, y las plaquetas).
CLASIFICACIÓN Las leucemias son clasificadas en dos tipos:
Agudas
Crónicas.
Las leucemias agudas se desarrollan, por lo general, más rápidamente que las leucemias crónicas. Pero, además, las leucemias se clasifican de acuerdo con el tipo de glóbulo blanco que se está desarrollando anormalmente:
Si los glóbulos blancos anormales se derivan de los linfocitos o de sus precursores aún no maduros (los linfoblastos), la enfermedad recibe el
nombre de leucemia linfocítica (también conocida como leucemia linfoblástica).
Cuando las células anormales provienen de otros tipos de glóbulos blancos (o de sus precursores), se le
llama leucemia mieloide, mieloblástica (también leucemia granulocítica).
LEUCEMIA AGUDA Es el tipo de leucemia en que los glóbulos blancos producidos en exceso en la médula ósea son células inmaduras llamadas blastos. Si este tipo de leucemia no es tratada debidamente, puede provocar la muerte
del paciente en el término de solamente semanas o meses. No obstante, los tratamientos actuales permiten prolongar de manera considerable el tiempo de vida de la persona afectada, e inclusive curarla completamente. Las células anormales producidas por la médula ósea pueden ser
de dos tipos:
Los linfoblastos (que son linfocitos inmaduros), los cuales dan lugar a la llamada leucemia linfoblástica y los mieloblastos (otras formas inmaduras de glóbulos blancos), que son los que causan la
leucemia mieloblástica. Aunque esta enfermedad ataca a personas de ambos sexos y de todas las edades, es más común en los hombres. Asimismo, es la forma de cáncer más frecuente en los niños (por lo que se le
llama leucemia infantil), con una incidencia mayor entre las edades de 2 y 5 años.
¿CÓMO SE PRODUCE? Tanto la leucemia linfoblástica como la mieloblástica se producen debido a la mutación de un solo
glóbulo blanco, el cual altera su estructura genética. Existe una serie de hipótesis emitidas sobre las causas de esta mutación genética. Por ejemplo:
Algunos científicos consideran que la leucemia linfoblástica aguda es causada por un virus muy
similar al virus HIV que origina el SIDA. Cuando la persona se expone a determinadas sustancias químicas (la bencina y algunos medicamentos anticancerosos, por ejemplo), o a la radiación, puede iniciarse la mutación genética...
Otros especialistas consideran que el factor hereditario puede ser el causante de la condición, ya que la leucemia aguda es frecuente en miembros de una misma familia.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS? La acumulación excesiva de glóbulos blancos anormales hace que la médula ósea no pueda producir células sanguíneas normales. Los síntomas que se presentan ante una situación de este tipo son:
fiebre baja, fatiga, anemia, palidez progresiva, un estado de debilidad general,
hemorragias espontáneas (de la nariz, las encías); propensión a desarrollar hematomas,
menstruaciones prolongadas (en el caso de la mujer), dolores que se
manifiestan en el abdomen; agrandamiento del páncreas, susceptibilidad a desarrollar infecciones, especialmente la neumonía,
infecciones en la boca; ulceraciones.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO Mediante una biopsia de la médula ósea, la cual permite confirmar un volumen anormal de blastos (éstos también pueden ser encontrados en la sangre del paciente).
Inmediatamente, el paciente recibe transfusiones de sangre y de plaquetas, pero además, se utilizan los medicamentos anticancerosos, con el propósito de neutralizar las células leucémicas cuanto antes.
Las células leucémicas presentes en el líquido cerebro espinal son tratadas por medio de inyecciones directas (un tratamiento que puede tomar semanas) y mediante la terapia de radiación (a la cabeza y a la médula).
En los casos en que se presenta una recaída, se considera el trasplante de médula ósea
(click
para ver anexo). Se estima que las personas que sufren de leucemia aguda linfoblástica tienen mayores posibilidades de sobrevivir que aquéllas que padecen de la leucemia mieloide... especialmente los niños.
LEUCEMIA CRÓNICA
LINFOCÍTICA Es un tipo de leucemia causado por la proliferación de los
linfocitos (un tipo de glóbulo blanco que es importante en el funcionamiento del sistema inmunológico). Aunque se considera que se trata de una enfermedad incurable, no siempre es mortal. Las estadísticas de la OMS muestran que todos los años, 4 de cada 100.000 personas presentan la leucemia crónica linfocítica. La enfermedad afecta a ambos sexos, pero es más frecuente en los hombres que tienen más de 50 años de edad.
¿CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS? Los síntomas de este tipo de leucemia se desarrollan lentamente, muchas veces a través de varios años. En general deben considerarse:
fatiga y un estado general de debilidad, anemia (moderada), pérdida de peso, sin que exista motivo alguno para ello,
sudoración (en las noches), fiebres persistentes, endurecimiento y agrandamiento de los nódulos linfáticos,
agrandamiento del hígado y el bazo, susceptibilidad a todas las infecciones.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO El diagnóstico se realiza mediante un análisis de sangre (para determinar la presencia de un volumen anormal de linfocitos), así como de una biopsia de la médula ósea..
En situaciones más severas, se administran medicamentos anticancerosos, muchas veces combinados con la radiación.
También se
realizan transfusiones de sangre y plaquetas, se suministran antibióticos, y se proporcionan inyecciones de
inmunoglobina para revitalizar el sistema inmunológico. Afortunadamente, el desarrollo de la leucemia crónica linfocítica es bastante lento. Según las estadísticas, se estima que más del 50% de los pacientes sobreviven durante cinco años.
LEUCEMIA CRÓNICA MIELOIDE También se conoce esta condición como leucemia crónica granulocítica, y es causada por la proliferación incontrolable de glóbulos blancos: los granulocitos. Grandes números de estas células, en distintos estados de maduración, aparecen en la sangre. Se estima que 2 de cada
100.000 personas llegan a sufrir de esta
enfermedad, la cual afecta a individuos de edad mediana.
CAUSA Y SÍNTOMAS Se desconoce hasta el presente, pero en la mayor parte de los casos se ha podido comprobar que las células del paciente presentan una anormalidad
cromosomática que es conocida como el cromosoma Filadelfia (parte de un cromosoma está unido a otro). En la primera fase, los síntomas se desarrollan lentamente:
Sensación de cansancio.
Fiebre
Sudoraciones
nocturnas Pérdida de peso.
Síntomas de emergencia:
Hemorragias severas.
La aparición de pequeñas marcas rojas en la piel.
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO Muchas veces el paciente no detecta que sufre de leucemia hasta que el médico lo somete a un análisis de sangre por cualquier razón, el cual puede revelar un número considerablemente alto de granulocitos en la
sangre. Los medicamentos anticancerosos que se han desarrollado en los últimos años son altamente efectivos en el tratamiento inicial.
Actualmente se está empleando con gran éxito el trasplante de la medida ósea para controlar la enfermedad mientras aún se
halla en su fase crónica (click
para ver anexo). Bibliografía: Adaptación Revista SaberVivir - Editora HC |